El contenido de este libro es �nico: no existe ninguna adaptaci�n al castellano actual de la poes�a espa�ola del siglo XVII. Aqu� tenemos, en antolog�a, los mejores poemas ?y los mejores fragmentos de poemas? de los poetas m�s destacados del Barroco, seg�n el criterio de su �traductor�, el escritor barcelon�s Antonio G�lvez Alcaide. Este volumen es la continuaci�n del primero, el dedicado a la poes�a del siglo XVI. Como esta selecci�n se supedita al lema: �Solamente lo sublime�, nos encontramos con un libro de una tensi�n emocional en la cumbre, desde la primera p�gina hasta la �ltima. Todo esto, unido a la sincronizaci�n perfecta del c�digo ling��stico del poeta, al castellano actual, tiene como resultado un doble descubrimiento en el lector: la conversi�n de unos poetas muertos, casi olvidados, a unos poetas vivos y contempor�neos; y la valoraci�n est�tica, sin cortapisas, y en su justa medida, de una obra literaria etiquetada, en el marco del tiempo, y con raz�n, como Edad de Oro, o Siglo de Oro, o Siglos de Oro, una obra literaria que se dio en Espa�a a lo largo de unos 150 a�os, entre los siglos XVI y XVII, en lo que se entiende, respectivamente, como Renacimiento y Barroco. Los poetas, del siglo XVII, que aparecen en este segundo volumen, por orden alfab�tico son los siguientes: Bartolom� Argensola, Lupercio Argensola, Juan de Arguijo, Miguel de Barrios, Gabriel Boc�ngel, Pedro Calder�n de la Barca, Jer�nimo de Camargo, Rodrigo Caro, Luis Carrillo y Sotomayor, Andr�s Fern�ndez de Andrada, Bernarda Ferreira, Luis de G�ngora, Antonio Hurtado de Mendoza, Juan de J�uregui, Sor Juana In�s de la Cruz, Pedro Li��n de Riaza, Jacinto Maluenda, Luis Mart�n de la Plaza, Francisco de Medrano, Sebasti�n de Medrano, Cristobal de Mesa, Miguel Moreno, Juan P�rez de Montalb�n, Salvador Polo de Medina, Ardri�n de Prado, Francisco de Quevedo, Pedro de Quir�s, Francisco de Rioja, Alonso Salas Barbadillo, Diego de Silva, Pedro Soto de Rojas, Jos� Tafalla, Juan de Tassis, Tirso de Molina, Luis de Ulloa, Lope de Vega y Mar�a de Zayas y Sotomayor, junto a poetas an�nimos que, en su mayor�a, volcaron poemas de tipo tradicional, o popular, as� como de contenido sexual expl�cito.