Su sonrisa, el dedo ndice levantado, los besos afectuosos especialmente a los nios y a los enfermos, sus por favor y buenas tardes, las palabras en un italiano a veces incierto pero siempre claras como el sol, el rechazo del lujo, su actuacin un poco indisciplinada... Inmediatamente, Francisco ha cado simptico a todos, tambin a muchos seguidores de otras religiones o a personas que no creen en Dios. Porque este papa misionero, con su gramtica de la sencillez, hace descubrir a todos -grandes y pequeos, pobres y ricos, fieles y alejados de la Iglesia- que el Evangelio no es un reglamento, sino una Buena Noticia! Una buena noticia para todos; ms an para quien no es digno. En este libro, es el papa Bergoglio mismo quien nos gua hacia el descubrimiento de su vida y de aquello en lo que cree, desde la infancia hasta sus comienzos como pontfice. |