El hombre moderno ha olvidado el arte de meditar, ha ido a la Luna, pero an no sabe entrar en su propio corazn. El trajn cotidiano nos deja descentrados y dispersos. Perturbados, vivimos volcados hacia fuera.As,corremos el riesgo de perder nuestra identidad. Nos quedamos sin saber quines somos y hacia dnde vamos. La frentica rutina de nuestro tiempo lleva fcilmente al estrs y a un cmulo de enfermedades ligadas a l.En este libro sugerimos un mtodo particular de meditacin. Nunca se nace sabiendo; es necesario aprender. En la vida espiritual es preciso, primero, dejarse instruir sobre las cosas de Dios, para despus experimentarlas por uno mismo. Importa partir de la base slida de la gran Tradicin, a fin de garantizar la autenticidad del propio camino y no perderse en autoengaos. |